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Agencia Tributaria, con la colaboración de Instituto de Estudios Fiscales.

¿Quién paga los impuestos?

  1. Objetivos
                   
  2. Contenidos
             
  3. Recordemos que...
          
  4. Glosario
                   
  5. Sugerencias de uso para Educación Primaria
                      
  6. Sugerencias de uso para Educación Secundaria
                                            


1 Objetivos

Con esta sesión se pretende que los alumnos sean capaces de conocer:

2 Contenidos

2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos
2.1.1 Generalidad del deber de contribuir
2.1.2 La capacidad económica y sus manifestaciones
2.1.3 Solidaridad e igualdad de oportunidades
2.2 La evasión y el fraude
2.2.1 Cumplimiento fiscal
2.2.2 El fraude en gastos e ingresos


2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos

2.1.1 Generalidad del deber de contribuir

Sabemos que todo grupo, toda colectividad, tiene unas necesidades comunes que deben ser financiadas mediante las aportaciones económicas de los miembros de ese colectivo. El Estado es la forma que tiene de organizarse políticamente una comunidad de ciudadanos. Por eso, el Estado tiene el derecho a exigir y los ciudadanos el deber de aportar los recursos económicos necesarios para financiar las necesidades comunes.

Los impuestos, por tanto, son unas cantidades de dinero que los ciudadanos están obligados por ley a pagar para que el Estado y el resto de administraciones públicas dispongan de los recursos suficientes con los que financiar los gastos públicos. El artículo 133 de la Constitución Española dice que: "La potestad originaria para establecer los tributos corresponde exclusivamente al Estado, mediante ley. Las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución y las leyes".

El artículo 31 de la Constitución española dice que: "Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio".

Este artículo quiere decir que, en nuestro país, las aportaciones que tienen que hacer los ciudadanos para contribuir al pago de los gastos públicos se tienen que regir por un principio muy importante, que es el de la capacidad económica. Por eso, aunque todos los ciudadanos tienen que contribuir (principio de generalidad), no siempre lo hacen en la misma proporción porque no todos disponen de los mismos recursos económicos. El principio de igualdad determina que los ciudadanos con igual capacidad económica han de pagar la misma cantidad de impuestos y que los ciudadanos con distinta capacidad económica han de pagar distinta cantidad de impuestos. Así, la Constitución determina que, en el sistema tributario español, quienes más dinero tengan deberán aportar más euros al fondo común para el pago de los bienes y servicios públicos (principio de progresividad). Aunque con ciertos límites, porque también la Constitución exige que el sistema tributario no lleve la aplicación del principio de progresividad tan lejos que mediante los impuestos, pueda amenazar la capacidad económica de los contribuyentes (alcance confiscatorio).


2.1.2 La capacidad económica y sus manifestaciones

La capacidad económica se configura, de este modo, como el criterio preferente de justicia en el reparto de las cargas económicas necesarias para hacer frente a las necesidades públicas y, por tanto, es el principal criterio que rige el sistema tributario español. La capacidad económica de cada ciudadano se manifiesta de distintas formas, bien a través de la riqueza que posee, bien a través de los ingresos que obtiene, o bien a través de los distintos tipos de consumo que hace.

Se considera que la posesión del patrimonio, la obtención de rentas, la adquisición de una herencia o una donación, la compra de mercancías son hechos representativos de capacidad económica, también llamada "capacidad contributiva", porque, en función de ella, realizan los contribuyentes sus aportaciones tributarias a la Hacienda Pública. Es decir, es el dinero que se tiene, o que se demuestra que se tiene a juzgar por las cosas que una persona compra o posee.

Por eso, la capacidad económica es un indicador de la capacidad contributiva, porque demuestra lo que un ciudadano puede y debe pagar en concepto de impuestos. El que tiene mayor capacidad económica, tiene mayor capacidad contributiva y, por eso, tiene que pagar más en concepto de impuestos, con los límites estipulados para evitar que los tributos sean tan altos que tengan alcance confiscatorio.


2.1.3 Solidaridad e igualdad de oportunidades

Los impuestos hacen posible la financiación de las necesidades comunes, es decir son el "precio" que se paga por los bienes y servicios públicos. Además, los impuestos permiten que exista una mayor igualdad de renta y riqueza entre los ciudadanos. Esto es lo que se conoce como función redistributiva de los impuestos.

Como se ha indicado anteriormente, el artículo 31 de la Constitución establece que el sistema tributario español estará inspirado en el principio de progresividad, es decir, pagará más impuestos quien más capacidad económica tenga. Por eso, se dice que los impuestos cumplen una función redistributiva. Además, como se indicó en la guía didáctica 1, todos los ciudadanos tienen derecho a beneficiarse por igual de los bienes y servicios públicos (por ejemplo, las autovías), independientemente de que hayan pagado más o menos impuestos porque tengan mayor o menor capacidad económica. E incluso, en determinados casos (por ejemplo, servicios sociales, seguro de desempleo) sólo pueden beneficiarse de estas prestaciones públicas, los ciudadanos con una capacidad económica menor. Por eso, se dice que el gasto público cumple también una función redistributiva. Existe, por tanto, un transferencia de recursos de los que más capacidad económica tienen a los que menos.

Desde este punto de vista, el pago de los impuestos tiene un sentido ético mucho más amplio que el simple acatamiento de una obligación legal. No se trata, por tanto, de un mero intercambio de bienes y servicios comprados al Estado al precio del pago de los impuestos. Se trata de conseguir la igualdad de oportunidades para el pleno ejercicio de los derechos políticos, económicos y sociales por parte de todos los ciudadanos. Con los impuestos, en definitiva, se contribuye a hacer realidad los principios de justicia y equidad mediante las aportaciones solidarias que el Estado exige a todos los ciudadanos.



2.2 La evasión y el fraude

2.2.1 Cumplimiento fiscal

El pago de los impuestos afecta principalmente a los intereses materiales, concretos y personales de cada individuo. Puede que en el plano de los juicios morales se esté plenamente de acuerdo con el cumplimiento del deber tributario porque se asuma que es un deber ciudadano. Pero cuando se pasa al plano de la conducta, al cumplimiento de las obligaciones tributarias correspondientes, donde lo que entra en juego es el interés propio, es posible que tales convicciones se hayan debilitado considerablemente generando actitudes menos favorables al cumplimiento fiscal y más proclives a la evasión y al fraude.

Las normas fiscales forman parte del conjunto de normas sociales que debe cumplir un individuo adulto en una sociedad democrática. Un ciudadano que vive en este modelo social tendría que cumplir correctamente los requerimientos que el sistema fiscal le exige sin esperar a que se ejerciera sobre él la presión coactiva de la Administración. Las responsabilidades fiscales deberían formar parte del conjunto de valores que todo ciudadano tiene que asumir, respetar y defender.


2.2.2 El fraude en gastos e ingresos

El cumplimiento fiscal es una cuestión de ciudadanía. Los efectos del incumplimiento, es decir del fraude fiscal, perjudican a todos los ciudadanos pero especialmente a aquéllos que asumen sus responsabilidades ciudadanas y cumplen correctamente sus obligaciones tributarias. El fraude fiscal es un fenómeno complejo basado en una mentalidad de derechos adquiridos sin ninguna contrapartida desde la vertiente de las responsabilidades. Es, en definitiva, un problema de socialización inadecuada en los valores éticos de justicia y solidaridad.

El cumplimiento fiscal no se agota en el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias. El término fiscal incluye las dos vertientes del presupuesto público: la de los ingresos y la de los gastos públicos. Por eso, también por la vía del gasto público puede haber fraude, que es el que se comete cuando se abusa de los bienes y servicios públicos, o cuando se utilizan mal o se destrozan. Esa falta de respeto a lo que es público, pagado con el esfuerzo colectivo y puesto a disposición de todos para el beneficio común, es también un problema de ciudadanía; supone tanto una injusticia como una muestra de insolidaridad.

    

3 Recordemos que...

Los impuestos son unas cantidades de dinero que los ciudadanos obligados por ley pagan para que el Estado y el resto de administraciones públicas dispongan de los recursos suficientes con los que financiar los gastos públicos. Todos los ciudadanos sin excepción tienen que contribuir a financiar los gastos públicos mediante el pago de los impuestos en la forma establecida por las leyes.

Pero, no todos los ciudadanos han de contribuir en la misma proporción, porque no todos disponen de los mismos recursos económicos.

La capacidad económica de cada ciudadano se manifiesta de distintas formas, a través de la riqueza que posee, los ingresos que obtiene o a través de los distintos consumos que hace.

La capacidad económica es un indicador de la capacidad contributiva, porque demuestra lo que un ciudadano puede y debe pagar en concepto de impuestos.

Con los impuestos se hace posible la financiación de los bienes y servicios públicos y, además, se contribuye a hacer realidad los principios de justicia y equidad mediante las aportaciones solidarias que el Estado exige a todos los ciudadanos.

El fraude fiscal se produce porque no se pagan los impuestos que corresponden y también puede producirse por la vía del gasto público cuando se abusa de los bienes y servicios públicos, o cuando se utilizan mal o se destrozan. También la Agencia ofrece sus servicios por Internet, de tal forma que los ciudadanos pueden hacer sus gestiones telemáticamente, sin moverse de su casa. La Agencia se ha comprometido con la modernidad y busca ofrecer un conjunto de servicios completo al ciudadano, a la vez que persigue simplificar todos los trámites que tienen que ver con los impuesto.

  

4 Glosario

5 Sugerencias de uso para Educación Primaria
 
5.1 Antes de empezar
5.2 Exposición del profesor
5.2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos
5.2.2 La evasión y el fraude
5.3 Actividades para el tercer ciclo de Primaria
5.3.1 Ciudadanos y contribuyentes
5.3.2 Empresas
5.3.3 Problemas sobre proporciones, ordenación de cantidades...
5.3.4 Recogida de datos y representación de datos
5.3.5 Producción de textos
5.3.6 Homónimos, sinónimos, frases hechas
5.3.7 Dramatización
5.3.8 Elaboración de una encuesta y recogida de datos
5.3.9 Debate sobre los impuestos y el fraude
5.3.10 Sobre el uso de los bienes públicos
5.3.11 Mural sobre valores
5.3.12 Carteles sobre la defraudación y el uso de los bienes públicos


5.1 Antes de empezar


5.2 Exposición del profesor

5.2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos

Vivir en comunidad, vivir en grupo, tiene muchas ventajas, pero también significa asumir responsabilidades. Quien vive en grupo se beneficia de lo que aportan los demás, pero también tiene que aportar su parte al resto del grupo. Es decir, vivir en comunidad significa derechos y ventajas, pero también asumir nuestras responsabilidades para con los demás. Como ejemplo, podemos pensar en las casas en las que todos solemos vivir.

Pues bien, el Estado es como una casa muy grande y quienes viven en ella son los ciudadanos. Por eso, todas las personas que viven en esa casa grande, en ese Estado, tienen que pagar entre todos los gastos comunes; o sea, que todos tienen que pagar los impuestos para que el Estado, que incluye Comunidades autónomas y Ayuntamientos, pueda proporcionar los bienes y servicios públicos que son para todos y que todos pueden utilizar. Los impuestos son unas cantidades de dinero establecidas por ley que deben pagar los ciudadanos para contribuir a los gastos públicos.

En una casa, hay pisos grandes y pisos pequeños y, por tanto, no pagan la misma cantidad para los gastos comunes los pisos de diferente tamaño. Pues lo mismo pasa en el Estado, donde hay ciudadanos que tienen más dinero y que, por tanto, pagan más de impuestos que otros ciudadanos que tienen menos dinero y que, por tanto, pagan menos de impuestos.

Esto sucede porque, si todos pagaran lo mismo, como son más las personas que tienen poco dinero que las que tienen mucho, el Estado (incluidas las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos) tendría poco dinero y podría proporcionar pocos bienes y servicios públicos. Entonces habría niños que no podrían ir a la escuela porque sus padres no podrían pagarla, o gente que no podría ir al médico ni a los hospitales por no tener dinero suficiente, o personas mayores que tendrían que depender de sus hijos o de sus nietos para poder vivir porque no tendrían pensiones. También habría personas que no podrían viajar cuando quisieran porque no habría buenos transportes públicos; o que, aunque tuvieran coche, tardarían mucho en llegar a los sitios porque no habría buenas carreteras. También habría problemas para recoger y reciclar las basuras, para tener agua en las casas para beber, ducharse y lavar la ropa, o podría haber graves consecuencias si ocurriera un incendio por no tener bomberos.

Para que las administraciones públicas (tanto la central como la autonómica y la local) puedan proporcionar los servicios públicos necesarios para que todos vivan lo mejor posible, se paga distinta cantidad de impuestos según el dinero que se tenga y según las obligaciones personales y familiares que tengan las personas. Por ejemplo, no pagan lo mismo quienes ganan sueldos muy altos que quienes ganan sueldos más bajos; tampoco pagan lo mismo las personas que viven solas que las que viven en familia; ni pagan lo mismo las familias que tienen hijos, o que tienen que hacerse cargo de personas mayores o de discapacitados, que aquéllas otras que no tienen este tipo de responsabilidades.

Es decir, que todos los ciudadanos tienen que pagar los impuestos al Estado, a las Comunidades autónomas y a los Ayuntamientos. Esto es justicia, que significa que, como todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, todos tienen las mismas obligaciones, entre ellas, contribuir a los gastos comunes pagando los impuestos. Pero los impuestos no son una cuota fija, igual para todos. Según sea la situación económica y familiar de los ciudadanos, así es la cantidad que tienen que pagar por impuestos. Esto es equidad, que significa tratar de manera diferente las situaciones que son diferentes.

Los impuestos también sirven para que no haya gente que carezca de las cosas más necesarias porque no tenga dinero. Esto es la redistribución. Con el dinero de los impuestos, la Administración central, la autonómica y la local proporcionan los bienes y servicios públicos más básicos y necesarios para todos los ciudadanos. Si unos han contribuido con más cantidad de impuestos que otros, porque tienen mayor capacidad económica, han puesto en práctica el valor de la solidaridad, que es fundamental para vivir en sociedad.


5.2.2 La evasión y el fraude

Todas las personas que viven en la gran casa que es el Estado tienen que pagar entre todos los gastos comunes de esa casa, es decir: todos los ciudadanos, tienen que pagar los impuestos. Pero hay personas que no se comportan como buenos ciudadanos. Hay personas que no pagan los impuestos que les corresponden. Se les llama "defraudadores".

Esto es una injusticia, porque estas personas utilizan los bienes y servicios públicos, igual que todos los demás. Y, sin embargo, no han aportado el dinero que les correspondía entregar para pagarlos.

Como estas personas no han pagado su parte, el Estado (que como ya sabemos incluye Comunidades autónomas y Ayuntamientos) tiene menos dinero para los servicios públicos y, entonces, sólo le quedan dos caminos. O bien proporciona menos servicios públicos de los que se necesitan, con lo que todos salimos perjudicados. O bien, si quiere proporcionar los servicios públicos que se necesitan, tiene que pedir más dinero a los ciudadanos, con lo cual los que pagan correctamente sus impuestos tienen que ingresar más dinero por lo que otros usan y no pagan.

Hay gente que defrauda de muchas maneras. Los hay que pagan una parte, pero no todo lo que les corresponde. Se creen que así no se va a notar que han aportado menos de lo que debían. También hay gente que, directamente, no paga nada. Se creen que las administraciones públicas y los demás ciudadanos no se van a enterar.

Puede que, al principio, no se note, o que los demás no se enteren. Puede que se crean que han conseguido engañar al Estado. Pero ellos saben que lo que hacen está mal. No están engañando al Estado, a su Comunidad autónoma o a su Ayuntamiento. Están quitando una parte de lo que les corresponde a todos los ciudadanos, incluidos a ellos mismos. Ellos saben que se están comportando como personas egoístas e insolidarias y que están engañándose a sí mismos y a los demás.

Además, tarde o temprano, todos los engaños se acaban descubriendo. Cuando se les descubre, se buscan excusas para disculpar su comportamiento. Pero no les sirve de nada porque, al final, se les castiga.

Tienen que pagar lo que les correspondía y, además algo más, porque se les pone una multa.

El Estado tiene la obligación de defender los intereses de todos los ciudadanos. En particular, tiene que defender los intereses de los buenos ciudadanos que sí pagan los impuestos que les corresponden. Y, por eso, no puede tolerar estos engaños y estas conductas egoístas e insolidarias. Por eso, la Agencia Tributaria y las Administraciones Tributarias autonómicas y locales tienen que comprobar el pago de los impuestos de todos los ciudadanos. Y a los que incumplen sus obligaciones tributarias, porque pagan menos de lo que deben o no pagan, se les exige el dinero que no han aportado a la colectividad y, además se les sanciona.

También actúan mal y en contra de la ley, los que abusan de los bienes y servicios públicos, pagados con el dinero de todos y puestos a disposición de los ciudadanos para beneficio común. Los que abusan, destrozan o utilizan mal los bienes y servicios públicos también están causando un perjuicio a todos los demás, porque el Estado, su Comunidad autónoma o su Ayuntamiento, tendrán que gastar más dinero del que debería por causa de la conducta egoísta, insolidaria e incívica de unos pocos.


5.3 Actividades para el tercer ciclo de Primaria

A continuación se sugieren distintas actividades. Los criterios de búsqueda de actividades pueden ser de distinto tipo: el área o materia, el tipo de actividad (individual o grupal) y el nivel educativo para el que se propone.


5.3.1 Ciudadanos y contribuyentes

Área: Conocimiento del medio.
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.2 Empresas

Área: Conocimiento del medio
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria

Las empresas, como las personas, también están obligadas a pagar impuestos. ¿De qué depende la cantidad de dinero que deben pagar?


5.3.3 Problemas sobre proporciones, ordenación de cantidades...

Área: Matemáticas
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.4 Recogida de datos y representación de datos

Área: Matemáticas
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.5 Producción de textos

Área: Lengua
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.6 Homónimos, sinónimos, frases hechas

Área: Lengua
Tipo: Individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.7 Dramatización

Área: Lengua
Tipo: Grupal
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria

Planifica una fiesta de cumpleaños. Hay que comprar el regalo. Hay que comprar la comida y las bebidas ¿Cuánto dinero hay que poner? ¿Tienen que ponerlo todos los que vayan a la fiesta? Y si uno no puede poner dinero, o puede poner menos, ¿podrá participar igual de la fiesta? Hay que llevar una película de vídeo ¿se pide prestada? ¿Quién la haya prestado no pone ya dinero? Hay que hacer fotos ¿quién lleva la cámara? ¿Quién se ocupa de revelar las fotos? ¿Cuántas copias? ¿A cuánto salen? ¿Tendrán todos sus copias de las fotos aunque haya gente que ha puesto menos dinero? Busca el paralelismo con situaciones fiscales.


5.3.8 Elaboración de una encuesta y recogida de datos

Área: Lengua
Tipo: Grupal
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.9 Debate sobre los impuestos y el fraude

Área: Lengua
Tipo: Grupal/individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria

Discute con tus compañeros las ideas que se han expuesto sobre el pago de impuestos y el fraude. ¿Qué habéis entendido? ¿Qué os ha parecido más complicado? ¿Por qué? Redactad un breve artículo con las distintas posiciones de esta discusión y si habéis llegado a alguna conclusión.


5.3.10 Sobre el uso de los bienes públicos

Área: Lengua
Tipo: Grupal/individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria


5.3.11 Mural sobre valores

Área: Interdisciplinar (Lengua, Plástica, Tutoría).
Tipo: Grupal
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria

Haced un mural (dibujos por viñetas o tipo collage) para ilustrar las ideas de la "justicia", "equidad" y "solidaridad" de los impuestos


5.3.12 Carteles sobre la defraudación y el uso de los bienes públicos

Área: Interdisciplinar
Tipo: Grupal/individual
Nivel: Tercer Ciclo de Educación Primaria

       

6 Sugerencias de uso para Educación Secundaria
 
6.1 Antes de empezar
6.2 Exposición del profesor
6.2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos
6.2.2 La evasión y el fraude
6.3 Actividades para el primer ciclo de Primaria
6.3.1 Servicios públicos y población
6.3.2 Conversión de monedas
6.3.3 Magnitudes directa e inversamente proporcionales. Porcentajes (I)
6.3.4 Magnitudes directa e inversamente proporcionales. Porcentajes (II)
6.3.5 Reglas de tres simple directa
6.3.6 Tipos de texto
6.3.7 El reportero en acción
6.4 Actividades para el segundo ciclo de Educación Secundaria
6.4.1 La ciudad como espacio geográfico: actividades urbanas
6.4.2 Población activa: empleados y desempleados
6.4.3 Los paraísos fiscales
6.4.4 Aritmética
6.4.5 Encuestando
6.4.6 Producción de textos: reportaje sobre los servicios públicos
6.4.7 La prensa y la investigación en el aula: Impuestos y fraude
6.4.8 Producción de textos: los jóvenes también pagamos impuestos
6.4.9 Dramatización social (Sociodrama)
6.4.10 Dilemas morales


6.1 Antes de empezar


6.2 Exposición del profesor 

6.2.1 Los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos

Vivir en comunidad, vivir en grupo, tiene muchas ventajas, pero también significa asumir responsabilidades. Quien vive en grupo se beneficia de lo que aportan los demás, pero también tiene que aportar su parte al resto de la colectividad. Es decir, vivir en comunidad significa derechos y ventajas, pero también asumir nuestras responsabilidades para con los demás. Como ejemplo, podemos pensar en las casas grandes en las que todos solemos vivir.

Pues bien, el Estado es como una gran casa y quienes viven en ella son los ciudadanos. Por eso, todos los ciudadanos que viven en ese Hogar Público, en ese Estado, tienen que pagar entre todos los gastos comunes. Es decir, que todos tienen que pagar los impuestos para que el Estado, que incluye a las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos, pueda proporcionar los bienes y servicios públicos que son para todos y que todos pueden utilizar.

En una casa, hay pisos grandes y pisos pequeños y, por tanto, no pagan la misma cantidad para cubrir los gastos comunes los propietarios de pisos de diferente tamaño. Lo mismo pasa en el Hogar Público, en el Estado, donde hay ciudadanos que tienen más dinero y que, por tanto, pagan más impuestos que otros ciudadanos que tienen menos dinero y que, por tanto, pagan menos impuestos.

Esto sucede porque, si todos pagaran lo mismo, como son más las personas que tienen poco dinero que las que tienen mucho, el Estado (incluidas las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos) tendría escasos recursos económicos y podría proporcionar menos bienes y servicios públicos. Entonces habría chicos que no podrían ir al instituto porque sus padres no podrían pagarlo, o gente que no podría ir al médico ni a los hospitales por no tener dinero suficiente, o habría personas mayores que tendrían que depender de sus hijos o de sus nietos para poder vivir porque no existirían las pensiones. También habría personas que no podrían viajar cuando quisieran porque no habría buenos transportes públicos; o que, aunque tuvieran coche, tardarían mucho en llegar a los sitios por carecer de buenas carreteras. También habría problemas para recoger y reciclar las basuras, para tener agua en las casas para beber, ducharse y lavar la ropa, o podría haber graves consecuencias si ocurriera un incendio por no tener bomberos.

Para que las administraciones públicas (tanto la central como la autonómica y la local) puedan proporcionar los servicios públicos necesarios para que todos vivan lo mejor posible, se paga distinta cantidad de impuestos según el dinero que se tenga y según las obligaciones personales y familiares de cada persona. Por ejemplo, no pagan lo mismo quienes ganan sueldos muy altos que quienes ganan sueldos más bajos; tampoco pagan lo mismo las personas que viven solas que las que viven en familia; ni pagan lo mismo las familias que tienen hijos, o que tienen que hacerse cargo de personas mayores o de discapacitados, que aquéllas otras que no tienen este tipo de responsabilidades

Es decir, que todos los ciudadanos tienen que pagar los impuestos al Estado, a las Comunidades autónomas y a los Ayuntamientos. Esto es justicia, que significa que, como todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, todos tienen las mismas obligaciones, entre ellas, contribuir a los gastos comunes pagando los impuestos. Pero los impuestos no son una cuota fija, igual para todos. Según sea la situación económica y familiar de los ciudadanos, así es la cantidad que tienen que pagar por impuestos. Esto es equidad, que significa tratar de manera diferente las situaciones que son diferentes.

Los impuestos también sirven para que no haya gente que carezca de las cosas más necesarias porque no tenga dinero. Esto es la redistribución. Con el dinero de los impuestos, la Administración central, la autonómica y la local proporcionan los bienes y servicios públicos más básicos y necesarios para todos los ciudadanos. Si unos han contribuido con más cantidad de impuestos que otros, porque tienen mayor capacidad económica, han puesto en práctica el valor de la solidaridad, que es fundamental para vivir en sociedad.


6.2.2 La evasión y el fraude

Todas las personas que viven en el Hogar Público que es el Estado tienen que contribuir a financiar los gastos comunes. Es decir, todos los ciudadanos, tienen que pagar los impuestos. Pero hay personas que no lo hacen así y que no ingresan los impuestos que les corresponden. Esto es una injusticia, porque estas personas utilizan los bienes y servicios públicos, igual que todos los demás. Y, sin embargo, no han aportado el dinero que les correspondía aportar para pagarlos. A estas personas se les llama "defraudadores".

Como estas personas no han pagado su parte, el Estado (que como sabemos incluye las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos) tiene menos dinero para los servicios públicos y, entonces, sólo le quedan dos caminos. O bien proporciona menos servicios públicos o de inferior calidad de los que se necesitan, con lo que todos salimos perjudicados. O bien, si quiere proporcionar los servicios públicos que se necesitan, tiene que pedir más dinero a los ciudadanos, con lo cual los que pagan correctamente sus impuestos, tienen que aportar más dinero por lo que otros usan y no pagan.

Hay gente que defrauda, de muchas maneras. Los hay que pagan una parte, pero no todo lo que les corresponde. Creen que así no se va a notar que han aportado menos de lo que debían. También hay gente que, directamente, no paga nada. Suponen que las administraciones públicas y los demás ciudadanos no se van a enterar.

Puede que, al principio, no se note, o que los demás no se enteren. Puede que se crean que han conseguido engañar al Estado. Pero ellos saben que lo que hacen está mal. No están engañando al Estado, a su Comunidad autónoma o a su Ayuntamiento. Están quitando una parte de lo que les corresponde a todos los ciudadanos, incluidos a ellos mismos. Ellos saben que se están comportando como personas egoístas e insolidarias, y que están engañándose a sí mismos y a los demás.

Además, tarde o temprano, todos los engaños se acaban descubriendo. Sucede que, muchas veces, para engañar en el pago de los impuestos, hay que engañar en otros niveles económicos y legales. O también sucede que, para ocultar las cosas que se hacen mal en otros niveles económicos y legales, hay que engañar en los impuestos. Con lo cual, al final se hace un lío enorme y se acaba descubriendo todo el asunto. Cuando se descubre a los defraudadores, éstos buscan excusas para disculpar su comportamiento. Pero normalmente no les sirve de nada porque, al final, se les sanciona. Tienen que pagar lo que les correspondía y, además más, porque se les pone una multa o incluso los hay que tienen que ir a la cárcel por haber cometido delito fiscal.

El Estado tiene la obligación de defender los intereses de todos los ciudadanos. En particular, tiene que defender los intereses de los buenos ciudadanos que sí pagan los impuestos que les corresponden. Y, por eso, no puede tolerar estos engaños y estas conductas egoístas e insolidarias de los defraudadores. Por eso, la Agencia Tributaria y las Administraciones Tributarias autonómicas y locales tienen que comprobar el pago de los impuestos de todos los ciudadanos. Y los que incumplen sus obligaciones tributarias (defraudadores), porque pagan menos de lo que deben o no pagan, se les exige el dinero que no han aportado a la colectividad y, además se les sanciona.

También sucede que hay gente que, aunque pague correctamente sus impuestos, abusa de los bienes y servicios públicos. Los usan mal, desperdician las oportunidades que se les ofrecen, engañan para que les alcancen beneficios a los que no tienen derecho, etc. Estos también son defraudadores. No lo son por la vía de los ingresos públicos (no cometen fraude tributario), pero lo son por la vía de los gastos públicos (cometen también fraude fiscal). También son personas egoístas e insolidarias que quitan a los demás, recursos y oportunidades. Por ejemplo, hay personas jóvenes que desaprovechan las oportunidades que les ofrece el sistema educativo y, con ello, desperdician el dinero público que a los ciudadanos les cuesta un esfuerzo pagar. Eso, aunque no esté castigado por la ley, es una conducta asocial, egoísta e insolidaria.


6.3 Actividades para el primer ciclo de Secundaria

A continuación se sugieren distintas actividades. Los criterios de búsqueda de actividades puede ser de distinto tipo: el área o materia, el tipo de actividad (individual o grupal) y el nivel educativo para el que se propone.


6.3.1 Servicios públicos y población

Área: Geografía e Historia. Interdisciplinar.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria.


6.3.2 Conversión de monedas

Área: Matemáticas.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria. Primer curso


6.3.3 Magnitudes directa e inversamente proporcionales. Porcentajes (I)

Área: Matemáticas.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria. Primer curso.


6.3.4 Magnitudes directa e inversamente proporcionales. Porcentajes (II)

Área: Matemáticas.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria. Segundo curso.

En el reparto de los recursos del Estado para las Comunidades autónomas se tienen en cuenta, entre otros, los siguiente datos:

Señala qué magnitudes son directamente proporcionales al dinero que cada Comunidad recibe y cuáles son inversamente proporcionales


6.3.5 Reglas de tres simple directa

Área: Matemáticas.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria. Segundo curso.


6.3.6 Tipos de texto

Área: Lengua.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria


6.3.7 El reportero en acción

Área: Lengua.
Tipo: Individual
Nivel: Primer ciclo de Educación Secundaria.


6.4 Actividades para el segundo ciclo de Educación Secundaria 

6.4.1 La ciudad como espacio geográfico: actividades urbanas

Área: Geografía e Historia.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.2 Población activa: empleados y desempleados

Área: Geografía e Historia.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.3 Los paraísos fiscales

Área: Geografía e Historia.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.4 Aritmética

Área: Matemáticas.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.

 


6.4.5 Encuestando

Área: Lengua.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.6 Producción de textos: reportaje sobre los servicios públicos

Área: Lengua.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.7 La prensa y la investigación en el aula: Impuestos y fraude

Área: Lengua.
Tipo: Individual/grupal
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.8 Producción de textos: los jóvenes también pagamos impuestos

Área: Lengua.
Tipo: Individual
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.9 Dramatización social (Sociodrama)

Área: Lengua.
Tipo: Grupal
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.


6.4.10 Dilemas morales

Área: Interdisciplinar. Ética. Tutoría. Educación en valores.
Tipo: Grupal
Nivel: Segundo ciclo de Educación Secundaria.